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Teorías

Edward Bach



¿Quién es Bert Hellinger? Figura clave en el mundo psicoterapéutico actual, filósofo, teólogo, pedagogo, nació en Alemania el 16 de Diciembre de 1925 y falleció el 19 de Septiembre de 2019.

Reclutado de muy joven en el ejército contra su voluntad, luchó en el frente de batalla y permaneció algún tiempo en un campo de prisioneros.
Terminada la guerra se ordena como sacerdote católico y vive durante 25 años en África con los Zulues acercándose a su cosmovisión y creencias.
Deja el sacerdocio ante la pregunta de un Ministro:¿Qué es más importante para ti, tus ideales o la gente?¿Cuál sacrificarías?
Bert Hellinger dice sobre esto: Estoy muy agradecido al Ministro por haberme hecho esta pregunta que cambió mi vida, desde entonces la orientación hacia la gente ha formado todo mi trabajo. De regreso a Europa se forma en Terapias Psicoanalíticas, Terapia Primal, Coordinación de grupos Gestalt, Análisis Transaccional y otras disciplinas terapéuticas.
A través de la experimentación y la integración de estas diversas formas de terapia desarrolló y fundamentó el método fenomenológico sistémico, transgeneracional de las constelaciones familiares.

Las leyes Universales de la conciencia constituyen su gran descubrimiento, las llamó “Los órdenes del amor” con el que dio estructura y significado a este novedoso enfoque.
Este trabajo le ha valido el reconocimiento profesional como uno de los terapeutas claves en la psicoterapia actual.

Hasta los 90 años, continuó trabajando junto a su esposa Sophi, dando cursos y conferencias en los cinco continentes.
En Septiembre de 2015 visitó nuestro país, dando un Seminario de 3 días para Consteladores y alumnos, trayendo nuevas miradas que sigue desarrollando sobre su Método.


¿Qué son las Constelaciones familiares? Según la Teoría de las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger, muchos de nuestros conflictos personales, vinculares, laborales, familiares, económicos y de salud; difíciles o imposibles de resolver a través de la psicoterapia, se deben a situaciones de exclusión producidas en el seno de nuestra familia en generaciones pasadas, que se replican en el presente para que les demos un lugar incluyéndolas.

Para Bert Hellinger formamos parte de un Alma Familiar que no tolera que alguno de sus miembros olvidado o excluido por motivos que hacen a la buena conciencia grupal no sea reconocido o incluido.

En el Alma Familiar la pertenencia es fundamental, ya que si un anterior es excluído, un posgénito necesariamente ocupará su lugar reviviendo su destino muchas veces trágico.

Algunas causas de exclusión en las familias son: los abortos, muertos en la guerra, historias de víctimas y perpetradores, amantes de los padres, locura, enfermedades innombrables, padres o madres que abandonaron a sus hijos, personas infieles, ladrones, estafadores, etc.

Para el Alma no existe bueno o malo, no juzga, por esa razón necesita para estar completa que en el Sistema Familiar se incluya a los excluidos.

Los excluidos se reviven a través de síntomas, formas vinculares frustradas, accidentes, tragedias, muertes imprevistas o inexplicables, relaciones complicadas imposibles de sanar, vínculos tóxicos, etc.


  • “Se logra una buena separación cuando los miembros de la pareja dicen uno al otro: "Yo te amé mucho. Lo que te regalé te lo di con gusto. Tú también me has dado mucho y eso lo honro. Por lo que no funcionó entre nosotros yo asumo mi parte de responsabilidad y a ti te dejo la tuya. Y ahora te dejo en paz." De esa manera uno está separado y cada uno sigue su camino”.
  • “Siempre que algo no funciona bien entre los padres, los hijos buscan la culpa en ellos mismos. Prefieren tener la culpa ellos en lugar de atribuírsela a sus padres. Por tanto, es un gran alivio para los hijos si los padres les dicen: «Nosotros, como pareja, hemos decidido separarnos; pero seguimos siendo vuestros padres, y ustedes siguen siendo nuestros hijos queridos.”
  • “Todo lo que hago tiene que ver con las relaciones, cómo conseguir que salga bien y qué obstaculiza el amor en las relaciones. En realidad es todo muy sencillo. La pregunta es: ¿dónde comienza el amor y dónde comienza la felicidad? Cuando el comienzo del amor es logrado, también se logra el amor que viene luego. ¿Dónde empieza nuestro amor? ¿Dónde experimentamos el primer amor y el más profundo? Con nuestra MADRE. Con ella comienza el amor, con ella comienzan nuestras relaciones”.
  • El comienzo de la felicidad es poder ver a nuestra madre con su humanidad y quererla tal como es. Entonces, prácticamente nada más, se opone a nuestra felicidad.”
  • “Una actitud que conduce a enfermedades graves es la negación del hijo de tomar a sus padres con amor y de honrarlos como sus padres. Tales hijos se elevan sobre la tierra porque ante un cielo u otra instancia superior se consideran mejores y elegidos. Así, por ejemplo, existen casos de enfermos de cáncer que prefieren morir antes que inclinarse ante su madre o su padre.”
  • “Cuando una persona está separada de su madre o de su padre tiene sólo la mitad de la fuerza vital, y si sólo tiene la mitad de la fuerza vital se vuelve depresivo. En ese caso sólo la mitad del corazón está colmada. La depresión es una sensación de vacío, no de tristeza. La depresión desaparece y la persona está bien consigo misma cuando respeta y ama a la madre y al padre. “
  • “Las constelaciones familiares muestran claramente que lo peor ocurre cuando un hijo quiere resolver un asunto de sus padres, en lugar de ellos. El hijo se pone entonces en una posición superior con respecto a los padres, obviamente con buena conciencia ya que sólo desea ayudar. Se siente inocente. Sin embargo el campo castiga esta arrogancia con el fracaso y, a veces, con la muerte.”
  • “El tercer orden fundamental exige que aquellos que estuvieron antes en el sistema tengan prioridad con respecto a los que se agregaron posteriormente. El alma familiar y la conciencia familiar entonces cuidan sobre todo el derecho de los anteriores y sacrifican a los que llegaron posteriormente como compensación. Si la prioridad de los anteriores es respetada, los posteriores quedan libres.”
  • “El corazón de aquel que ha comprendido que lo presente está en resonancia con lo pasado, tanto en lo bueno como en lo malo, late en sintonía con el mundo.”
  • “Un hijo que está perdonando, está acusando al mismo tiempo a los padres, se está poniendo por encima de ellos, y pierde a los padres, su fuerza y su felicidad. En cuanto puede aceptar, decir que SI a todo lo que sucedió, tal como fue, esto se convierte en una fuerza. En cuanto lo rechaza o lo perdona se debilita, se pone por encima y a la vez queda pequeño.”
  • “Para estar entero, el hijo necesita ir hacia el padre...pero va si la madre lo habilita ir hacia él... ¿Cómo sé si dejo ir a mi hijo con su padre? En el momento en que le puedes decir, aún si ya no son más pareja: -Te elegí el mejor padre para ti, y en ti lo amo a él...”
  • “Los padres no pueden ser distintos de como son, ni tampoco tienen por qué serlo. Ya que un hombre y una mujer se convierten en padres por unirse como hombre y mujer y no por ser buenos o malos. Por tanto, el hijo debe tomar su vida de los padres de la manera que éstos la dan. Los padres no pueden añadir ni suprimir nada. Tampoco el hijo puede añadir ni suprimir nada: tiene que tomar la vida tal como se la dan los padres.”
  • “Las exigencias hacia los padres van en contra de la vida, del deseo de evolucionar, de ser creativo. Sólo podemos evolucionar gracias a que nuestros padres han sido imperfectos. Las dificultades son la fuente de la fuerza que nos hace actuar y evolucionar. Por lo tanto, ¡dichosos los que han tenido padres imperfectos!”