Hoy en día vemos que a muchos jóvenes les cuesta salir de su casa, encontrar su camino que les permita sostener sus vidas. Será solo por la situación socio económica o hay algo más? Otros logran éxito profesional, forman su propia familia, pero al verse en el rol de padres/pareja de repente se muestran débiles, dudosos, poco creíbles. A la primera frustración todo se viene abajo. Tanto en el caso del hijo que no puede irse de su casa como el que aparentemente lo logró; se evidencian sentimientos aparentemente antagónicos hacia los padres, por un lado gratitud, reconocimiento, que me han dado mucho y por otro lado enojo, critica, de que no me han dado todo lo que necesitaba. En lo profundo lo que une a estos sentimientos aparentemente tan diferentes es la culpa. Culpa por no poder devolverles todo lo que me dieron o culpa por juzgar a mis padres, que finalmente fueron los que posibilitaron todo lo que vino después. Bert Hellinger llama de Amor Ciego, cuando el hijo dedica su vida a cuidar de sus padres, a asumir toda y cualquier responsabilidad o al contrario por rechazarlos se vuelve ciego a las oportunidades que vida le presenta. ¿Locura? Una Locura unida al Amor por culpa, así como en el cuento de Mario Benedetti la ficción nunca supera a la realidad… Una de las tareas más difíciles que nos toca en esta vida es aceptar que nuestros padres tienen un destino, que son padres por una condición biológica, y que como hijo nada puedo hacer para cambiarlo. Para hacerse cargo de la vida, que nos dieron nuestros padres, es necesario humildad para honrarlos, y humildad para asentir a todo tal cual es. Esto también incluye a las decisiones que tomaron nuestros padres, de como ellos se encargaron de sus vidas y como hoy en día lo siguen haciendo. Según Hellinger la manera de equilibrar y retribuir la vida que nos dieron es encargándonos de nuestras propias vidas, haciendo algo muy bueno con ella; cuidando la vida en sus diferentes formas; hijos, pacientes, alumnos, proyectos, clientes, animales, plantas, etc. A través de una constelación, aunque los padres no estén más vivos, se puede restablecer el orden y de esta manera El Amor recobra la visión y vuelve a fluir dentro del sistema familiar. Adriana Martins Pimentel Psicologa Social Asrologa - Terapeuta Floral Docente - Consteladora Familiar +5491169346777